Ayer Blizzard presentaba en la Gamescon 2013 la expansión de Diablo 3 que se llamará Reaper of Souls y saldrá a la venta durante 2014.
Después de saber que habían registrado este título y The Dark Below -que se supone pertenecerá a la nueva expansión de World of Warcraft- yo mantenía la esperanza de que presentasen también esta última, ya que a Mists of Pandaria no le queda "demasiado" tiempo de vida si tenemos en cuenta que su último parche de contenido está a la vuelta de la esquina... Supongo que habrá que esperar a la Blizzcon.
Pero bueno, a lo que voy. El anuncio de esta expansión no me desagrada para nada. A priori, la pinta es estupenda y las novedades y mejoras que planean implementar deberían mejorar un poquito la experiencia de juego que, como bien es sabido, no es como para ponerle un diez.
"NADIE PUEDE DETENER A LA MUERTE.
Los señores del infierno hierven de furia dentro de la Piedra Esencial Negra; sus almas claman libertad y venganza. Antes de que el artefacto fuera sellado por la eternidad, Malthael -Ángel de la Muerte- se manifestó en los reinos mortales con un terrible propósito: apropiarse de la Piedra Esencial Negra para someter y controlar su poder infernal.
Así empieza el fin de todas las cosas."
Un pequeño resumen de las características que nos han adelantado en su presentación:
- Nueva clase: Guerrero Divino. El Paladín o Cruzado de toda la vida que muchos echaron de menos en mayo de 2012 cuando salió Diablo 3.
- Nuevas habilidades y más rango de niveles introduciendo el contenido del Acto V.
- Asignación manual de las características del personaje.
- Nuevos objetos legendarios.
- Un nuevo artesano llamado Mística que servirá para encantar objetos y modificar su apariencia.
- Más contenido aleatorio orientado a aumentar la diversidad del juego.
Y por supuesto la cinemática que, como siempre ocurre con Blizzard y sus juegos, es espectacular.
Personalmente, he decidido no crearme grandes expectativas para no llevarme una decepción como me ocurrió con Diablo 3. Muchos años de espera, mucha histeria colectiva, rumores, fechas... Y cuando apareció el producto final no era todo oro lo que relucía. Los problemas de servidores, las pocas horas "reales" de juego, los vaivenes de Blizzard con los parches tocando el loot, los goblins y las recompensas, etc, hicieron que me encontrase con un juego, en mi opinión, inacabado.
Ahora toca esperar a seguir conociendo novedades y a ver si con esta expansión se mitiga el sabor de boca agridulce con el que gran parte de la comunidad de jugadores se quedó después del estreno de Diablo 3.
¡La esperanza es lo último que se pierde!